El CILE reivindica la Constitución de Cádiz como referente de las naciones iberoamericanas


Académicos y juristas analizan en el Congreso de la Lengua Española el valor e influencia del texto promulgado en 1812 

Cádiz, 28 de marzo de 2023.- El IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) de Cádiz se ha remontado hoy hasta 1812, fecha en la que precisamente en esta ciudad se promulgó la Constitución Española, rebautizada popularmente como ‘La Pepa’. Pese a su corta vigencia, el texto sirvió de modelo a muchos países iberoamericanos y está considerado una referencia esencial en la historia de la libertad en ambas orillas.

“La Constitución de Cádiz representó una ocasión histórica impresionante porque pudo haber sentado un precedente irrepetible que sirviera para regir dos hemisferios al mismo tiempo y haber valido para todo el mundo de habla hispana”, ha destacado Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Muñoz Machado ha participado en una sesión plenaria junto a los juristas Pablo Ruiz-Tagle (Chile), Fernando Serrano Migalló (México) y Allan Brewer-Carías (Venezuela) en la que también ha participado el secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo.

Todos han coincidido en que, aunque el texto promulgado en Cádiz tuvo una vigencia muy breve (apenas seis años en total, distribuidos en tres etapas diferentes), no ocurrió así con su influencia política, tanto en las constituciones de las incipientes naciones iberoamericanas como en Europa, influyendo en las ideas constitucionales portuguesas, en el surgimiento del Estado italiano e incluso en Rusia. Como se ha recordado en la jornada, 54 de los 185 diputados de las Cortes gaditanas representaban a las colonias americanas.

“Todo el modelo constitucional posterior, español o americano, ha tenido de un modo u otro a Cádiz como referencia”, ha recordado el director de la RAE, para quien la constitución que salió de las Cortes en 1812 fue “inteligente y creativa”, porque recoge los grandes principios liberales de separación de poderes, monarquía limitada, soberanía nacional, además de libertades y derechos, pero “se viste de una apariencia no revolucionaria para no alarmar”. 

Para Fernández Trigo, la Constitución de 1812 consagró “palabras nuevas para orquestar una nueva convivencia”, como soberanía nacional, división de poderes o felicidad de la nación. “Esas palabras cristalizan los sueños de una nación en un texto que todos los poderes deberán respetar”. Desde su punto de vista, la gesta de las Cortes de Cádiz ha trascendido como un “modelo romántico” porque “ni cortó cabezas ni fue seguido por un imperio invasor”, sino que se percibe como “un grupo de personas asediadas”, militarmente por el ejército napoleónico y también por la fiebre amarilla, reunidas para promulgar un texto de enorme trascendencia para la historia política. 


Ideas para el futuro

En la misma línea se ha manifestado Ruiz-Tagle, quien ha repasado la influencia de la Constitución gaditana en la historia constitucional chilena subrayando cómo aquel texto “instaló las ideas que se necesitaban para el futuro, aunque en la práctica política no tuvo suficiente energía para que esas nuevas formas se asentaran definitivamente”. 

El documento promulgado en Cádiz representó “la gran bandera del liberalismo del constitucionalismo moderno”, ha subrayado por su parte Brewer-Carías, profesor emérito de la Universidad Central de Venezuela, quien recordó que en su país se desarrolló un “proceso constituyente paralelo” ante el “desencuentro” con el movimiento doceañista. 

En su turno, Serrano Migalló valoró los principios promulgados en Cádiz, entre ellos la igualdad, la separación de poderes, la idea de ciudadanía, la soberanía nacional o la monarquía limitada, pero ha apuntado dos “errores”: la monarquía como forma de gobierno y el centralismo frente al federalismo como forma de Estado, una cuestión que sí incorporó posteriormente la constitución mexicana. “Los sufrimientos y la sangre de todos los que lucharon por Cádiz nos deben servir a nosotros para luchar por esos ideales”, ha concluido.


Las palabras de la libertad

Como parte de la sesión plenaria, el secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español ha disertado sobre «Política y Poder» , subrayando cómo “las palabras resultan consustanciales a la libertad, sin ellas es una quimera. No hay modo de un régimen constitucional sin que la palabra sea libre”. 

Una Constitución, ha defendido, es “el ejercicio supremo de fijación de la palabra para hacerla inamovible” y por ello su reforma debe ser “excepcional”. En cambio, en la política cotidiana las palabras deben ser “flexibles y cercanas” para favorecer el entendimiento, ha precisado.